22 de Noviembre de 2022 · 2 min de lectura
Son pocas las empresas que no se sirven de algún tipo de dato sobre su actividad para tomar decisiones de negocio. En muchas, se hacen grandes esfuerzos por contar con información fiable para guiar la planificación y gestión empresarial. Sin embargo, no es nada fácil sacar todo el provecho posible de la gran cantidad de datos que, hoy en día, tenemos a nuestro alcance, incluso en tiempo real en ciertos casos.
Tal vez sepamos qué información necesitamos, pero nos parece inaccesible. O es posible que tengamos los datos, pero no sepamos tratarlos, analizarlos y presentarlos de modo que sean útiles para los distintos departamentos de la empresa, porque un director comercial tiene unas necesidades diferentes a las de un director de operaciones o uno financiero, por ejemplo.
Quizá, pese a habérnoslo planteado, no hayamos llegado nunca a saber cómo adquirir o intercambiar datos con otra organización, o cómo comparar el rendimiento de nuestra empresa con el de la competencia.
Las plataformas de servicios de datos, en especial si están hechas a medida de la empresa y con tecnologías escogidas para rentabilizarlas, no solo facilitan el acceso a información de mucha calidad, sino que también permiten aprovecharla al máximo.
Con esos dos fines, el paradigma de la Corporate Information Factory (CIF) de William H. Inmon propugna la creación de un repositorio único donde reunir grandes cantidades de datos relativos a la actividad de la empresa. De tal modo, se habilita una fuente de información consolidada para su posterior explotación.
Con datos de numerosas fuentes, aunque sean de muy diverso tipo y se vayan generando a velocidades distintas, la plataforma puede permitir la rápida presentación de la información existente de manera efectiva para que la entienda quien la necesite. Con herramientas de Machine Learning e IA, además puede ofrecer nuevas perspectivas sobre esa información ya existente, como pronósticos de futuras ventas o previsiones de consumos.
Con una única plataforma, también se puede gestionar mejor el gobierno de los datos: cómo se recopilan, quién puede y debe acceder a ellos, quién y cómo se explotan… Adicionalmente, la información deja de estar organizada en compartimentos estancos y se pone al servicio de toda la organización con un control centralizado de la seguridad.
Todas estas prestaciones muestran la utilidad que puede tener este tipo de solución tanto para el sector privado como el público, y para organizaciones de cualquier tipo o tamaño, cuando las plataformas son escalables y se han diseñado para poder adaptarse con facilidad a las necesidades de cada una de ellas.
El reto radica en tener capacidad para almacenar grandes cantidades de datos al menor coste posible, saber limpiarlos y garantizar la calidad de la información que se va a analizar, y presentar el resultado en el menor tiempo posible.
¿Y cómo afrontar ese reto? Por la complejidad que plantea, es indudable que hay que hacerlo con un equipo multidisciplinario conformado no solo por científicos de datos, sino también por expertos en el desarrollo de software para la gestión y análisis de información corporativa y especialistas en arquitectura de sistemas.
Para más información sobre los servicios de APSL, puedes contactarnos desde aquí.
Volver al blog
