11 de Diciembre de 2019 · 3 min de lectura
Del 5 al 8 de diciembre se celebró la primera edición del Certamen Coral de Binissalem, donde APSL aparece como uno de los patrocinadores. Puede resultar extraño que una empresa tecnológica patrocine un evento de estas características (bueno, pues no debería) y en nuestro caso además tiene una explicación que entronca con la manera en la que hacemos las cosas en APSL. Me explicaré:
Nuestro proceso de selección, como nosotros, es un tanto atípico: recibimos un CV de alguien interesado en trabajar con nosotros como programador/a y vemos si la persona puede encajar. En caso afirmativo procedemos a una entrevista, cuyo objetivo es conocer a la persona y ver si encaja en nuestra manera de entender la tecnología, el trabajo y la empresa. La pregunta clave siempre es: "¿estás seguro de saber dónde te metes?". Esto es importante ya que tenemos una estructura muy plana, si alguien viene a pasar el tiempo o a medrar subiendo en el escalafón lo tendrá complicado, ya que lo primero lo notaremos enseguida, y lo segundo es realmente fácil, ya que puedes ser programador/técnico o CEO y el cargo de CEO está siempre disponible.
Una vez pasada la entrevista y la persona haya reflexionado sobre su papel en APSL, pasamos a la siguiente fase, el onboarding. El currículum indica que el candidato tiene unos conocimientos y unas habilidades, la entrevista y la aceptación indica que quiere trabajar de una determinada manera, nuestra manera. Ahora falta la formación.
El onboarding es el proceso en el que a los candidatos (ya contratados) se les explica cómo trabajamos en APSL y se le va introduciendo en las tecnologías que usamos. Tiene tres fases:
Fase de aprendizaje. Donde a través de tutoriales y soporte va aprendiendo los lenguajes y herramientas que utilizamos.
Fase de proyecto. La persona debe realizar un proyecto por sí mismo o bien tareas específicas de un proyecto ya arrancado, como si fuese un proyecto normal de cliente.
Asignación a un equipo. Si el candidato o candidata supera las dos fases iniciales se le asigna a un equipo (tenemos sombrero seleccionador, por cierto) y empieza a trabajar bajo la supervisión de un miembro más senior, que le revisará el código y continuará con su proceso de formación. El equipo decide las tareas que puede realizar y se le van asignando tareas cada vez más complejas y se va completando la formación.
Para nosotros esto es mucho mejor que hacer pruebas y tests antes de contratar. Evita que una persona esté nerviosa el día del test, o que simplemente se haya preparado para los retos típicos. Es mucho más caro, cierto, pero mucho más justo con los candidatos y mucho más efectivo a la larga.
Es importante destacar que independientemente del nivel de la persona, todo el mundo debe pasar por el proceso de onboarding. Cuantos más conocimientos tenga esa persona más rápido lo podrá realizar, pero debe pasar por todo. El proceso puede llevarle unas semanas o varios meses solamente para superar las primeras fases. Lo importante es que el equipo al que se incorpora la persona sabe que cuenta ya con unos conocimientos de cómo se hacen las cosas en la empresa. Ponemos énfasis en explicar que no se trata de "pasar pantallas" sino de entender y aprender. Obviamente hay un tiempo, pero nos aseguramos que sea lo suficientemente amplio para que sea totalmente realizable.
Hasta el año pasado nos inventábamos los proyectos de la segunda fase, y un día se nos ocurrió que mejor que inventarnos proyectos podríamos aprovechar este tiempo para trabajar en proyectos web reales, pro bono. Eso sí, los proyectos deberían tener unas características muy específicas:
Ser de una organización sin ánimo de lucro que trabaje por la comunidad
Tener alcance limitado.
No tener presión de tiempo
Que la organización sea consciente que el trabajo posiblemente lo realizará una persona en formación, aunque supervisado.
Cuanto a la gente de la coral 3x4 de Binissalem, nos pidió si podríamos realizar la web de evento y les propusimos hacerlo bajo esta modalidad. De este modo podían dedicar su presupuesto (siempre limitado en estos eventos) a otras tareas.
Y así, con un win-win a tres bandas: empresa-candidato/a-ong pusimos en marcha la primera colaboración y el primer certamen coral de Binissalem tuvo su web, hosting, dominio y certificado y todos pudimos disfrutar de la calidad de las corales participantes e invitadas.